Lo que tenemos por fuera de duda es que la gran "diferenciación" de las funciones sociales se ha operado exigiendo una esclerosis correlativa de la vida individual; dicha "diferenciación" ha marchado paralela al proceso por el cual "el hombre se ha convertido en un animal doméstico"
La vida moderna, y en especial la de nuestras ciudades, chupa las energías del sistema nervioso de los individuos, y de aquí las formas sociales de la neurastenia: alcoholismo, prostitución, criminalidad, locura y esa fatiga de vivir que la masa padece, cuyo índice supremo es el suicida y el atorrante, y que de ordinario se traduce en una sensación de aplastamiento, en falta de virilidad y de alegría.
Julio Molina y Vedia
Julio Molina y Vedia
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